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Cuentos de Edgar Allan Poe - Biblioteca Digital Ciudad Seva

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Edgar Allan Poe Estados Unidos: 1809-1849. Cuentos Textos electrónicos completos ... Un cuento de las Montañas Escabrosas · William Wilson ...   
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 Reseña de los Cuentos de EDGAR ALLAN POE

(Boston, EE UU, 1809-Baltimore, id., 1849) Poeta, cuentista y crítico estadounidense. Sus padres, actores de teatro itinerantes, murieron cuando él era todavía un niño. Edgar Allan Poe fue educado por John Allan, un acaudalado hombre de negocios de Richmond, y de 1815 a 1820 vivió con éste y su esposa en el Reino Unido, donde comenzó su educación.
Después de regresar a Estados Unidos, Edgar Allan Poe siguió estudiando en centros privados y asistió a la Universidad de Virginia, pero en 1827 su afición al juego y a la bebida le acarreó la expulsión. Abandonó poco después el puesto de empleado que le había asignado su padre adoptivo, y viajó a Boston, donde publicó anónimamente su primer libro, Tamerlán y otros poemas (Tamerlane and Other Poems, 1827).
Se alistó luego en el ejército, en el que permaneció dos años. En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraf, y obtuvo, por influencia de su padre adoptivo, un cargo en la Academia Militar de West Point, de la que a los pocos meses fue expulsado por negligencia en el cumplimiento del deber.
En 1832, y después de la publicación de su tercer libro, Poemas (Poems by Edgar Allan Poe, 1831), se desplazó a Baltimore, donde contrajo matrimonio con su jovencísima prima Virginia Clem, que contaba sólo catorce años de edad. Por esta época entró como redactor en el periódico Southern Baltimore Messenger, y más tarde en varias revistas en Filadelfia y Nueva York, ciudad en la que se había instalado con su esposa en 1837.

Edgar Allan Poe
Su labor como crítico literario incisivo y a menudo escandaloso le granjeó cierta notoriedad, y sus originales apreciaciones acerca del cuento y de la naturaleza de la poesía no dejarían de ganar influencia con el tiempo. La larga enfermedad de su esposa convirtió su matrimonio en una experiencia amarga; cuando ella murió, en 1847, se agravó su tendencia al alcoholismo y al consumo de drogas, según testimonio de sus contemporáneos. Ambas fueron, con toda probabilidad, la causa de su muerte.
La obra de Edgar Allan Poe
Según Poe, la máxima expresión literaria era la poesía, y a ella dedicó sus mayores esfuerzos. Es justamente célebre su extenso poema El cuervo (The Raven, 1845), donde su dominio del ritmo y la sonoridad del verso llegan a su máxima expresión. Las campanas (The Bells, 1849), que evoca constantemente sonidos metálicos, Ulalume (1831) y Annabel Lee (1849) manifiestan idéntico virtuosismo.
Pero la genialidad y la originalidad de Edgar Allan Poe encuentran quizás su mejor expresión en los cuentos, que, según sus propias apreciaciones críticas, son la segunda forma literaria, pues permiten una lectura sin interrupciones, y por tanto la unidad de efecto que resulta imposible en la novela.
Julio Cortázar ordena sus relatos de acuerdo con el "interés" de sus temas. «Sus mejores cuentos son los más imaginativos e intensos; los peores, aquellos donde la habilidad no alcanza a imponer un tema de por sí pobre o ajeno a la cuerda del autor.»Al traducirlos, los agrupó en: 1. Cuentos de terror; 2. Sobrenaturales; 3. Metafísicos; 4. Analíticos; 5. De anticipación y retrospección; 6. De paisaje; y 7. Grotescos y satíricos (id.). Destaca Cortázar lo expresado por Poe en una carta: «Al escribir estos cuentos uno por uno, a largos intervalos, mantuve siempre presente la unidad de un libro»

Macabros

Los cuentos de terror o cuentos góticos constituyen su obra más conocida y propiamente genuina. En cuanto a su calidad artística, el escritor y crítico irlandés Padraic Colum afirmó que relatos como "El barril de amontillado", "El pozo y el péndulo", "La caída de la casa Usher", "Ligeia", etc., se hallan entre «los mejores cuentos del mundo» "Manuscrito encontrado en una botella" y "Un descenso al Maelstrom" ("La verdad sobre el caso del señor Valdemar"), ("El entierro prematuro"),
Otros temas en sus historias macabras son la venganza ("Hop-Frog", "El barril de amontillado"), la culpa y la autopunición ("William Wilson", "El corazón delator", "El gato negro", "El demonio de la perversidad"), la influencia del alcohol y el opio ("El gato negro", "La caída de la casa Usher", "El Rey Peste"), el poder de la voluntad ("Ligeia", "Morella"), la claustrofobia ("El barril de amontillado", "El entierro prematuro", La narración de Arthur Gordon Pym), etc., ("La verdad sobre el caso del señor Valdemar")("La verdad sobre el caso del señor Valdemar"
El de terror fue un género que  adoptó Poe para satisfacer los gustos del público de la época. 
1. Se subraya los contenidos oníricos y simbólicos en sus relatos
2. se destacan en ellos la recreación de una «atmósfera de terror cerebral».
3. se vislumbra en relatos como  una «impaciencia por enfrentarse a lo desconocido» que «se aproxima hasta el propio borde del abismo, y aun más allá, hacia el país inexplorado de cuya frontera ningún viajero regresa, aunque le es dado enviar mensajes de desesperación, manuscritos embotellados, por decirlo así»
4. En estas historias los temas más recurrentes tienen que ver con la muerte, incluyendo sus manifestaciones físicas,
5. los efectos de la descomposición de los cadáveres ,
6. temas también relacionados con el entierro prematuro 
7. la reanimación de cadáveres ("Conversación con una momia",  y demás asuntos luctuosos.178
8. De esta manera, se ha señalado con frecuencia la obsesión entre necrofílica y sádica del autor, manifestada en distintos niveles y matices,
9.
Con motivo de sus primeras publicaciones del género, la crítica lo acusó de dejarse llevar en exceso por la influencia de la fantasía alemana, por ejemplo de Hoffmann. A lo que el escritor replicó, en el prólogo a su libro Cuentos de lo grotesco y arabesco:

, Dostoyevski anota que el estadounidense era realista en comparación con un idealista alemán como Hoffmann. Sus fantasías eran extrañamente materialistas «incluso en sus imaginaciones más desatadas [y con ello] se descubre como un auténtico americano».
Lovecraft, en su ensayo El horror sobrenatural en la literatura, carga las tintas: «Poe nos ha dejado la visión de un terror que nos rodea y está dentro de nosotros, y del gusano que se retuerce y babea en un espantoso y cercano abismo. Al calar en cada uno de los supurantes horrores de la alegremente pintada broma que lleva el nombre de existencia y en la solemne mascarada que son el pensamiento y los sentimientos humanos, esa visión tiene el poder de proyectarse a sí misma en unas cristalizaciones y trasmutaciones tenebrosamente mágicas».
Para Baudelaire (en Edgar Poe, su vida y sus obras, 1856), este tipo de literatura es «de aire rarificado», y en ella «la naturaleza llamada inanimada participa de la naturaleza de los seres vivos, y, como ellos, se estremece con un escalofrío sobrenatural y galvánico».
Cortázar, más técnicamente: «En "El tonel de amontillado", "El corazón delator", "Berenice", "Hop-frog" y tantos más, el ambiente resulta de la eliminación casi absoluta de puentes, de presentaciones y retratos; se nos pone el drama, se nos hace leer el cuento como si estuviéramos dentro. Poe no es nunca un cronista; sus mejores cuentos son ventanas, agujeros de palabras»
«Lo que los escritores americanos y sus exegetas han adorado en Poe —afirma Harold Bloom—, sin apenas ser conscientes de ello, es su percepción y su sensación, algo más que freudianas, opresivas y curiosamente originales, de la sobredeterminación. Walter Pater comentó en una ocasión que los museos lo deprimían porque le hacían dudar de que jamás alguien hubiera sido joven. Nadie fue nunca joven en ningún relato de Poe. Como hizo observar un enojado D. H. Lawrence, todos en Poe son vampiros, en particular el propio Poe».
Sobre estas narraciones cabe también la sugerencia de que Poe pudo recrearlas como aspectos aislados de las novelas góticas, como pasajes desgajados de un conjunto narrativo más amplio, destacando así poderosamente por sus terribles contenidos, libres de todo adorno.
Muchos de las historias que acaban de citarse han sido encuadradas dentro del llamado romanticismo oscuro (dark romanticism),. Este movimiento surgió como reacción al transcendentalismo de la época,que Poe detestaba.Calificaba a los seguidores de este movimiento de «Frogpondians» (algo así como ranas de charca, en referencia al estanque de un conocido parque de Boston) y ridiculizaba sus escritos denominándolos «gestionametáforas» («metaphor-run») que incurrían en «la oscuridad por la oscuridad» y «el misticismo por el misticismo» El escritor, sin embargo, en una carta a su gran amigo Thomas Holley Chivers, escribió que él no odiaba a los transcendentalistas, sino «sólo a los sofistas que se cuentan entre ellos».

Detectivescos

Poe igualmente dio origen al relato de detectives por medio de sus cuentos analíticos y de misterio: "La carta robada", "Los crímenes de la calle Morgue", "El escarabajo de oro" y "El misterio de Marie Rogêt", que influyeron directamente en autores posteriores como Arthur Conan Doyle, cuyo Sherlock Holmes está inspirado directamente en el Auguste Dupin de Poe (vid. Legado e influencia).
Los contemporáneos de Poe comparaban las investigaciones de Dupin con las de un abogado, y también al personaje mismo, y algún fiscal de su época opinó que relatos tales eran realmente «milagrosos».
Estos cuentos Poe los reconocía como de los más leídos de entre los suyos; debían su popularidad a que eran «algo en una nueva clave». Su mayor éxito literario en prosa, efectivamente, le llegó de uno de estos relatos: "El escarabajo de oro". Aparte de "El Cuervo", fue la obra que conoció mayor difusión a lo largo de su vida, y por ella recibió cien dólares de premio en un concurso, la cantidad más alta que consiguió nunca por sus escritos.
"Los crímenes de la calle Morgue", de entre todos sus relatos, es uno de los más importantes. Fue publicado en 1841 y es todavía considerado el primer cuento de detectives moderno. Poe lo llamó "cuento de raciocinio"
el genio de Poe no tiene en última instancia nada que ver con su neurosis, que no es el "genio enfermo", como se le ha llamado, sino que su genio goza de espléndida salud, al punto de ser el médico, el guardián y el psicopompo de su alma enferma». Harry Levin afirma que la esencia del genio de Poe descansa en la dicotomía sombra-duda, y esto se manifiesta en su personaje más querido, el raisonneur Auguste Dupin, que oscila entre el creador y el desvelador de misterios. Por otra parte, estas historias están estrechamente relacionadas con las de exploración; tanto en unas como en otras parece buscarse la resolución del misterio del universo.
Según Mauro Armiño, en sus relatos detectivescos Poe se aleja bastante de los usos actuales, que se cifran en «perder al lector en una maraña de datos falsos que oculten precisamente el elemento eje; [...] Poe hace hincapié no en el burdo despiste del lector: lo que más le interesa es seguir el proceso de raciocinio que lleva a Dupin -antecedente directo de Sherlock Holmes- a la resolución del misterio».

De ciencia-ficción

El bostoniano dio asimismo un significativo impulso al género emergente de la ciencia-ficción, respondiendo así a los recientes avances científicos y tecnológicos, como el globo aerostático, en su cuento "El camelo del globo". Ya se ha destacado que el autor escribió gran parte de su obra de acuerdo con los gustos populares de la época, lo que vendía. A tal efecto, sus relatos recogen a menudo elementos de la pseudociencia, la frenología y la fisiognomía.
Hugo Gernsback, creador del término ciencia-ficción que dio nombre a los Premios Hugo, citaba solo a tres autores del género anteriores a los años 30: Poe, Verne y Wells. En castellano existe una edición de los relatos de ciencia-ficción del autor que contiene trece obras, desde "Von Kempelen y su descubrimiento" hasta "Un cuento de las montañas escabrosas", e incluso "Manuscrito encontrado en una botella".
En sus cuentos más declaradamente macabros aparecen en ocasiones elementos de la ciencia-ficción, y al contrario, de forma que a veces es difícil determinar el género exacto a que pertenecen: "La verdad en el caso del Sr. Valdemar", "Manuscrito hallado en una botella"... Por otro lado, hay alguna pieza que combina ciencia-ficción, terror y prosa poética: "La conversación de Eiros y Charmion", o sátira y ciencia-ficción ("Mellonta Tauta"), y el ensayo Eureka ha sido encuadrado a veces dentro de ésta. Es bien sabido que la hibridación de géneros domina hoy en todo el ámbito de la literatura fantástica, pero Poe, además, según Domingo Santos, prefigura algunos de los temas centrales de la ciencia-ficción moderna: los universos alternativos ("Revelación mesmérica"), los viajes espaciales ("El camelo del globo"), los viajes en el tiempo ("Mellonta tauta")...
Refiriéndose a algunos de estos relatos, afirma Harry Levin que Poe carecía del don de la serendipia (hallazgo afortunado), y que sus descubrimientos no son nunca felices, sino más bien visiones atormentadas atrapadas siempre en su desventurado universo.
Sobre el relato "La incomparable aventura de un tal Hans Pfaall", comenta Baudelaire: «¿Quién, lo pregunto, quién de entre nosotros –hablo de los más robustos– habría osado –a los veintitrés años, a la edad en que aprendemos a leer– dirigirse a la luna, equipado de nociones astronómicas y físicas suficientes, y aferrar imperturbablemente su manía o más bien el hipogrifo sombrío de la verosimilitud

Satíricos y poéticos

El escritor dedicó asimismo muchos relatos a la sátira, al humor e incluso la mistificación humorística (patraña). Para crear el efecto cómico, solía servirse de la ironía y la extravagancia absurda, en un intento de poner coto al conformismo ideológico del lector. Así, "Metzengerstein", su primer cuento publicado, y también su primer incursión en el terror, había sido concebido inicialmente como una sátira del género, como se ha dicho, muy popular en la época.
Harry Levin califica las estructuras poeanas de «imaginativas», lo que posibilita que, en este tipo de piezas, la comedia aparezca revestida de histeria; «su cultivo de lo extraño en las proporciones lo conduce de la belleza a la caricatura. Como hijo de padres actores era normal que acabase convertido en un histrión literario y que su técnica narrativa brotase animada de "dramatismo"».
Julio Cortázar señala que la sátira en cuentos como "El timo considerado como una de las ciencias exactas", "El hombre de negocios" o "Los anteojos" se transforma en desprecio. Esto se evidencia en sus personajes: «astutos seres que embaucan a la masa despreciable, o miserables muñecos que van de tumbo en tumbo, cometiendo toda clase de torpezas. [...] Y cuando incurre en el humor ("El aliento perdido", "Bon-Bon", "El Rey Peste") suele derivar inmediatamente en lo macabro, donde está en su terreno, o en lo grotesco, que considera desdeñosamente el terreno de los demás.» Todo lo cual se sigue de la incapacidad de Poe para «comprender lo humano, asomarse a los caracteres, medir la dimensión ajena... por eso Poe no alcanzará nunca a crear un solo personaje con vida interior». En este sentido, afirmó Baudelaire, en el prólogo a su traducción de las Historias extraordinarias del norteamericano: «[Son] cuentos llenos de magia que aparecen reunidos bajo el título de Tales of the Grotesque and the Arabesque, título notable e intencionado, puesto que los ornamentos grotescos y arabescos rehúyen la figura humana, y ya veremos cómo la literatura de Poe es en muchos aspectos extra o supra humana». Robert Louis Stevenson, en un conocido ensayo sobre Poe, llegó a afirmar: «Quien fue capaz de escribir "Rey Peste" dejó de ser un ser humano». Estas narraciones, sin embargo, debido a su extravagancia, fueron muy apreciadas por los poetas surrealistas.
Mención aparte merecen sus relatos de corte poético y metafísico, muchos de ellos auténticos poemas en prosa, de acendradas virtudes estéticas: "La conversación de Eiros y Charmion", "El coloquio de Monos y Una", "El alce", "La isla del hada", "Silencio", "Sombra", etc.
«Escucha», dijo el Demonio, imponiendo la mano sobre mi cabeza. «La tierra de que te hablo es una región sombría en Libia, a orillas del río Zaire. Y no hay tranquilidad allí, ni silencio.
Las aguas del río son de un tono azafranado y enfermizo, y no fluyen hacia el mar, sino que palpitan eternamente bajo el ojo bermejo del sol, con agitación tumultuosa y convulsa».
(De "Silencio (una fábula)", 1839)

TOMADO DE WIKIPEDIA  Y OTROS...

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